martes, 9 de abril de 2013

El Gato amenazado


De todos los mamíferos de la Península Ibérica, el lince es quizá, el más emblemático. Su fisonomía tan peculiar con las barbas y los pinceles de sus orejas o su carácter valiente pero confiado, junto con su escasez hacen de este mamífero uno de los más deseados por los fotógrafos y los observadores de la naturaleza.
Desde hace unos años son legión los fotógrafos y observadores que acuden o acudimos a determinados puntos de la península por todos conocidos, con la intención al menos de ver a este mamífero sino fotografiarlo. Muchos de nosotros hemos tenido la inmensa fortuna de sentirlo cerca y observarlo con tranquilidad aunque las fotografías son harina de otro costal pues muchas veces se enmascara entre la vegetación o se presenta a horas imposibles o la distancia impone su implacable límite para la fotografía.
Yo me considero uno de los afortunados que pese a vivir lejos de las zonas de distribución he podido verlo en repetidas ocasiones y disfrutarlo e incluso he contado con un permiso fotográfico para acceder a zonas acotadas en las que se trabaja más cómodo pues la fotografía de animales exige distancias cortas y tranquilidad, circunstancia que muchas veces es incompatible con la observación desde miradores pese a las nuevas tecnologías.
El lince por lo tanto ha pasado de ser un mamífero invisible y casi desconocido a ser la joya de la corona de los fotógrafos, especialmente del sur. Todos vemos en Internet en páginas como fotonatura.org excepcionales imágenes de linces
De haber estado a punto de extinguirse, en la actualidad se puede considerar que la situación a cambiado y aunque los problemas sobre su conservación persisten, el número de individuos  sigue aumentando gracias a los ingentes esfuerzos de las administraciones públicas, en especial la Junta de Andalucía, y el personal tanto funcionario como contratado que permanece constantemente trabajando en pro de esta especie.
Así el lince está saliendo de su área de distribución original y en las zonas donde quedó acantonado su abundancia es tal que el problema sobre su gestión no se centra ya tanto en el número de individuos sino en encontrar áreas adecuadas para la suelta y la expansión de los que ya han nacido tanto en cautividad, como en libertad.
Este es el verdadero problema de este país ahora. La gestión del territorio para hacerlo compatible con la conservación de la fauna. Bajo la bandera de la crisis y la creación de empleo se están empezando a cometer desmanes que todos creíamos superados.
En Doñana la especie ha pasado de contar con apenas 30 individuos a rondar ahora los 70 de los que varios de estos se distribuyen fuera de las zonas protegidas entre cultivos intensivos de frutales y fresas y rodeados por carreteras, autovías y urbanizaciones.
Nuestras especies amenazadas se enfrentan al dilema de adaptarse al nuevo modelo de desarrollo urbanístico e industrial que no respeta nada o extinguirse. De nada sirven los ingentes esfuerzos e inyección de dinero en la cría en cautividad o en la alimentación suplementaria de especies como el Lince ibérico o el Aguila perdicera si no van acompañados de medidas serias de protección total del hábitat o de otra forma tendremos individuos de especies amenazadas malviviendo en hábitats artificiales y segmentados.
Una de las muestras del esfuerzo de voluntarios y trabajadores en defensa del lince se puede ver en este enlace a la Estación Biológica de Doñana donde mediante cámaras Web seguimos el proceso de cría en cautividad del lince en las instalaciones de El Acebuche. Una suerte poder disfrutar de los momentos más íntimos de este mamífero gracias a las nuevas tecnologías, algo impensable hace apenas diez  o quince años.
Por mi parte os muestro una pequeña colección de fotos de lince realizadas a lo largo de los años bien de forma planificada y estudiada, bien en encuentros fortuitos con la especie todas ellas realizadas con cámaras Canon EOS 5D y EOS 5D II y lentes de la misma marca, fundamentalmente el EF 500mm f/4 L IS USM, a veces con convertidor 1,4x II.










lunes, 1 de abril de 2013

Visitantes inesperados

Este año la prospección de los zorros se está complicando un poco. Desde hace días he dejado de ver a la hembra de la que conocía su territorio y he llegado a temerme lo peor por lo que he tenido que recurrir a instalar de nuevo las cámaras trampa para intentar comprobar si seguía o no en la zona. Unos días antes la había podido ver con prismáticos a una distancia razonable como para observar que detrás de su oreja derecha había sangre y falta de pelo por lo que podía haber tenido una pelea con otra hembra cercana, o un macho. Esto podía significar o bien que había muerto por peleas, por intervención humana o simplemente se había largado de la zona para evitar confrontaciones con otros miembros de su especie como me ocurrió el año pasado pero más avanzada la primavera.
Por otra parte aunque había podido contaros gracias a la observación de sus mamas inflamadas, que ha parido (como os muestro en la entrada anterior del blog), no he visto nunca a un macho con ella y la habitual zorrera que llevaba usando al menos desde hace dos años, este año está desierta aunque la preparó en algún momento durante el mes de marzo pero finalmente no la ha usado para el parto aunque todavía es posible que acabe transportando a los cachorros hasta esta madriguera.
Finalmente me decidí a instalar las cámaras en dos lugares de la dehesa y en apenas dos días me llevé la grata sorpresa de que la hembra sigue viva y está acompañada de un macho, pero ambos están afectados por lo que puede ser sarna (de ella ya los sabía y se puede ver en las últimas fotos), especialmente el macho que por lo que se ve en la grabación ha perdido por completo el pelaje por lo que la fotografía, si al final la realizo, será poco agraciada. Esta hembra ha cambiado sus horarios y se ha hecho repentinamente más nocturna. Ya había percibido durante las últimas observaciones que estaba muy inquieta mirando constantemente a su alrededor y despareciendo en repetidas ocasiones pero pensaba que era debido al estrés de la crianza.

A continuación os muestro el vídeo de este hallazgo realizado con la cámara colocada en las inmediaciones de la zorrera del año pasado.


Tras visitar las otras dos madrigueras conocidas y comprobar que no están ocupadas, me decidí a poner durante los mismos días, la segunda cámara trampa en las inmediaciones del amplio prado que los zorros usan de cazadero, a unos cuatrocientos metros de la madriguera usada durante los años 2011 y 2012.
Hace unos días en la zona había podido observar al anochecer lo que me pareció una pareja estable de zorros, el macho cojeando marcaba el territorio en torno a los montones de piedra y los arbustos, y la hembra, que se acercaba en actitud sumisa a él, por lo que me pareció un buen emplazamiento para colocar la segunda cámara.
En esta pequeña grabación  que comparto más abajo se puede ver fugazmente a esta pareja que por lo que se observa están perfectamente sanos. Ahora mismo desconozco por donde se distribuye su territorio, pero intentaré centrarme en esta pareja de zorros que acabo de descubrir y que aunque nunca he visto suficientemente cerca deben tener crías también.


Por fin toqué a la zorra

Aquel día marcó un antes y un después en mi vida personal. Me encaminaba como cada jornada a mi destino fotográfico pensando en nuevas toma...